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Su trabajo en la organización busca preservar la identidad cultural de la ciudad para ser compartida con locales y turistas.

Asociación nació en 1986 para salvaguardar el patrimonio arquitectónico y cultural de la ciudad.
Asociación nació en 1986 para salvaguardar el patrimonio arquitectónico y cultural de la ciudad.

Las antiguas casas de la calle real son testigos inmóviles y confiables de las historias que dieron origen a este nombre y a tantas tradiciones que siguen caminando por sus calles durante las fechas importantes para el pueblo libe­riano. Lo que nadie se atrevería a dudar es que la ciudad blanca, sus casas y sus calles tienen mucha historia para compartir, des­de la fundación del poblado, hoy ciudad capital de Guanacaste, hasta las recientes fiestas de su aniversario 250 organizado por la Asociación Cultura de Liberia.

Esta asociación nació en 1986 para sal­vaguardar el patrimonio arquitectónico y cultural de la ciudad ante la preocupación de grupo de vecinos por la constante de­molición de edificaciones con gran valor simbólico e histórico para la comunidad. Desde entonces han venido trabajando sin descanso por rescatar, visibilizar y defen­der no solo la arquitectura única de Liberia sino también su patrimonio cultural inma­terial por muchos conocidos: el tope de toros, el baile de botijuela, la pasada del niño y otras tradiciones de su gente.

También en 1986 nacieron Daniela y Oc­tavio, dos de los jóvenes miembros de la junta directiva de la Asociación Cultura de Liberia que decidieron sumarse a la causa para exaltar y defender el patrimonio y las manifestaciones culturales de su pueblo. Sus compañeras son Verónica Navarro y Karla Ramírez, quienes también decidie­ron arrollarse las mangas y amarrarse los caites para caminar las calles de la ciudad buscando la historia, el sentimiento de la gente y principalmente para organizar un movimiento permanente que comparta con locales y turistas todas las tradiciones liberianas con orgullo, buenos datos y un aire de modernidad, pues ahora son comu­nes los tours en bicicleta por el centro de la ciudad para conocer la historia de su gente y su arquitectura.

“Queremos demostrar que la identidad lo­cal y la cultura son aliados para el futuro, para el turismo y para la comunidad, pues nos ayuda a recordar de dónde venimos con alegría, compartiendo las tradiciones de nuestros abuelos con la misma vigen­cia y orgullo” dice Daniela, quien recien­temente renovó otro período en la junta directiva de la asociación a la que llegó gracias al ejemplo de su madre y a su in­terés por aportar al bienestar de su pueblo.

Verónica, Daniela, Karla y Octavio son cuatro jóvenes que decidieron trabajar al lado de otros liberianos bastante mayores que ellos para defender las tradiciones de la ciudad blanca, su memoria histórica y su arquitectura, para cuidar el futuro abra­zando la historia con afecto joven. Pueden conocer más sobre la Asociación Cultura de Liberia y las actividades que organizan en su página de Facebook: https://www. facebook.com/asociacion.culturadelibe­ria/

La Asociación es sin fines de lucro y todos trabajan ad honorem.

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