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Editorial Costa Rica, 1981: 67 páginas.

Por: Lic. Miguel Fajardo

Publicado en la Colección “Joven Crea­ción”, de poesía, número 8. Dividido en dos partes. En la segunda, se inclu­ye el poemario “Insurrección de las cosas”, de Miguel Alvarado. Portada de Osvaldo Salas. Edición de 2500 ejemplares. El libro ganó el Premio JOVEN CREACIÓN 1980, con el siguiente jurado: Alfonso Chase, Ha­bib Succar y Rosita Kalina. Fue presentado editorialmente por el distinguido escritor y académico costarricense, Isaac Felipe Azo­feifa (1909-1997).

Dedicado “A mis compañeros de genera­ción, con fe y solidaridad”.

Libro paralelo de estreno. Contiene 50 poe­mas. Con él, sumé mi segunda obra a la literatura nacional. De acuerdo con el acta del jurado, dicho poemario es un libro “de gran calidad lírica, sostenido y abierto a las posibilidades de definir una poesía con hon­da vocación introspectiva y adecuado uso de recursos literarios”.

ESTACIÓN DEL ASEDIO busca un acer­camiento a la identidad humana. Son textos de apretada síntesis, en exploración solidaria con el ser, donde se propicia la rehumaniza­ción con temas donde el sujeto lírico abor­da ejes temáticos, tales como el silencio, la soledad, el exilio, la fe, la vida, el amor, la verdad, la existencia o la muerte, con cargas semánticas inquisidoras.

El prestigioso crítico chileno Alberto Baeza Flores (1914-1998) expresa:

En “Estación del asedio”, de Miguel Fajardo, encontramos un clima de inventiva poética y de sorprendentes exploraciones verbales que tocan a veces un barroquismo culterano resplandeciente y, otras veces, un existencia­lismo raigal (…) Esta poesía de Fajardo está cruzada de sorprendentes evidencias de un realismo mágico, de un neorrealismo onírico y todo este mundo inesperado, personalísi­mo, nos atrae como una isla única” (Alberto Baeza Flores, Análisis, República Domini­cana N. 57, mayo 1981, p. 46).

UN POEMA FINAL

Un resto que no arde

es la ceniza,

el aguanieve final

el envejecimiento de las hojas.

CÁNTICO

Tienes el cántico

de los desiertos

y el cántico roto

de los escudos.

Tienes,

el encuentro triste

y el peso exacto, de

los convictos.

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