• Estas prácticas afectan las fuentes hídricas de los distritos de Tamarindo y Cabo Velas, comunidades aledañas al parque que además tienen problemas de contaminación por residuos sólidos y el vertido de aguas residuales sin tratar.

Con el fin de sensibilizar y con­cientizar a la población aledaña al Parque Nacional Marino Las Baulas (PNMLB), sobre el uso racional del agua y el manejo de los residuos sóli­dos y aguas residuales para contribuir a la protección de los ecosistemas, la Asocia­ción Centroamericana para la Economía, la Salud y el Ambiente (ACEPESA), en conjunto con la Asociación Costa Rica Por Siempre, lleva a cabo el Proyecto Baulas, como parte del Plan General de Manejo del Parque Nacional Marino Las Baulas, (PNMLB) 2016-2025.

Dicho proyecto busca atender principal­mente el uso irracional del agua que in­cide en la extracción y sobreexplotación del agua, afectando sus fuentes. Además, se abordará el problema de la contamina­ción por residuos sólidos y el vertido de aguas residuales sin tratar, en las comuni­dades aledañas al Parque.

Según el PNMLB y como ejemplo, playa Tamarindo representa una fuente generado­ra de contaminantes sólidos y líquidos los cuales son vertidos en las aguas protegidas, por lo que urge una atención inmediata y poner en práctica un Plan de Gestión Local que inició en 2018 hasta el 2022.

Además de la situación en Tamarindo, se han identificado seis amenazas de impor­tancia, entre ellas:

1. Los cambios climáticos locales y eventos climáticos tales como: incendios, aumento en la temperatura ambiental y superficial del agua, disminución de la precipitación, acidificación del océano, aumento en el nivel del mar, mareas altas y aumento de eventos climáticos extre­mos.
2. La extracción de recursos naturales como la deforestación, tala, extracción y sobre explotación de agua, cacería, sa­queo de huevos y pesca.
3. La contaminación por vertido de aguas residuales, residuos sólidos, hidrocarbu­ros, lumínica, y sónica.
4. La modificación del paisaje y de eco­sistemas en especial de cauces naturales, sedimentación, impermeabilización, re­llenos de zonas de manglar y drenajes.
5. Algunas especies problemáticas como depredadores, en donde las especies na­tivas han sido reemplazadas por exóti­cas
6. Intrusión humana y disturbios por cau­sa de alteraciones por actividades turísti­cas no sostenibles, navegación marítima.

Según ACEPESA “aunado a estas si­tuaciones, existe un crecimiento urbano acelerado que ha provocado un aumento en la vulnerabilidad y el riesgo a inun­daciones y deslizamientos, además a una reducción de bosque en los cerros, al au­mento de la pavimentación de las calles que impiden considerablemente la in­filtración y aumentan la escorrentía y la contaminación por combustibles y otras sustancias de las principales fuentes de agua y humedales, pero además existe una mayor afectación a la fauna marina por la iluminación de la playa. Además, hay que destacar el aumento considerable del consumo de agua no solo por el incre­mento de la población oriunda de estos distritos, sino por el consumo generado por la actividad turística y el consecuen­te incremento de la producción de aguas residuales sin tratar o con deficiente trata­miento”, cita textual del proyecto.

¿Cómo lograrlo?

Las acciones del proyecto responderán a consolidar un proceso de sensibilización ambiental y una participación ciudadana que contribuya al posicionamiento del PNMLB y de sus servicios ecosistémi­cos que permita reducir las amenazas y además se enfocará en promover el ma­nejo integral de los residuos sólidos del PNMLB y de su entorno inmediato, redu­ciendo así su impacto ambiental.

El proyecto considera la creación de una comisión intersectorial que trabaje a la par del equipo técnico del proyecto. El establecimiento de alianzas con los dife­rentes grupos sociales tales como acue­ductos comunales, asociaciones de de­sarrollo, organizaciones ambientalistas, grupos de guías y empresas turísticas, en­tre otros, vitales para la protección, uso, tratamiento y aprovechamiento del agua tratada. ¿De qué forma?

Las modalidades de formación se adap­tarán a las características y roles de cada actor. Por ejemplo, es espera que, en el caso de las personas dirigentes de los acueductos comunitarios, asociaciones de desarrollo, guías turísticos, docentes y organizaciones ambientalistas asuman un rol de multiplicadores; mientras que con las empresas de turismo se adaptará la modalidad de capacitación a sus carac­terísticas.

“Esto va a permitir desarrollar habilida­des de autoconstrucción de las soluciones que no solo tengan un impacto positivo en la disminución de los problemas am­bientales sino también personal capacita­do para incrementar el número de siste­mas alternativos y su mantenimiento. En particular, se promoverá entre las perso­nas participantes el entrenamiento para la inscripción en el Galardón Bandera Azul Ecológica, de acuerdo con los intereses que manifiesten, una vez tengan infor­mación brindada por el proyecto. Así, se brindarán herramientas a las poblaciones que viven en el área de influencia del PN­MLB, para contribuir a la disminución del impacto provocado por sus actividades”.