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Por años, Costa Rica ha sostenido un compromiso firme con la defensa de los derechos de la niñez y la adolescencia.

Sin embargo, ese compromiso solo se convierte en realidad cuando llega a cada comunidad, a cada barrio, a cada espacio donde los niños viven, juegan, estudian y crecen.

Y es precisamente en ese punto donde los gobiernos locales tienen un papel decisivo: ningún esfuerzo nacional puede sostenerse si no se implementa en el territorio.

Consciente de esa responsabilidad, el Instituto de Fomento y Asesoría Municipal (IFAM) ha orientado parte de su quehacer a fortalecer las capacidades municipales para responder de forma más efectiva a las necesidades de la niñez.

El programa Cantones Amigos de la Infancia, desarrollado junto con el Patronato Nacional de la Infancia (PANI) y UNICEF, es uno de los pilares centrales de ese compromiso.

Este programa promueve que los gobiernos locales incorporen acciones concretas en materia de participación, protección, recreación, salud, convivencia comunitaria y desarrollo integral.

A la fecha, 28 municipios del país forman parte de esta iniciativa, demostrando liderazgo y una visión clara de que el bienestar de la niñez es una responsabilidad compartida que debe asumirse desde el gobierno local.

Pero el impulso del IFAM no termina ahí. La institución es parte activa de la Política Nacional de la Niñez y la Adolescencia 2024–2036 (PNNA), el instrumento que guía los esfuerzos del Estado en materia de derechos, acompañamiento y oportunidades para los menores de edad.

Además, forma parte de la Comisión Nacional de Niñez y Adolescencia, órgano que articula acciones, comparte criterios técnicos y coordina esfuerzos entre instituciones.

Este involucramiento no es accidental; responde a la naturaleza misma del IFAM como aliado estratégico del régimen municipal. Cada cantón tiene realidades distintas, retos propios y contextos particulares.

Por eso la política nacional solo se vuelve efectiva cuando el IFAM ayuda a traducirla al territorio, a la práctica municipal, al día a día de quienes toman decisiones en la comunidad.

El trabajo realizado en los últimos años demuestra que la articulación entre IFAM, municipalidades y entidades rectoras genera cambios. Los municipios que participan en Cantones Amigos de la Infancia reportan mejoras en su capacidad de planificación, en la articulación interinstitucional, en la oferta de espacios seguros, en la atención de situaciones de riesgo y en la apertura de oportunidades de participación para la niñez.

Sin embargo, el reto sigue siendo enorme. El país avanza, pero todavía persisten brechas en el acceso a servicios, en la calidad de los entornos urbanos, en la prevención de vulneraciones y en la participación efectiva de los niños en las decisiones que les afectan.

Por eso, el 2026 se proyecta como un punto de inflexión, en el que el IFAM tiene como desafío fortalecer el acompañamiento técnico, ampliar la cobertura del programa y motivar a más gobiernos locales a asumir este compromiso.

No se trata solo de sumar más cantones por sumar. Se trata de consolidar un movimiento nacional donde la protección de la niñez no sea un discurso, sino una práctica cotidiana; donde los proyectos municipales se piensen con una perspectiva de desarrollo humano; donde la inversión pública siempre valore el impacto en las generaciones más jóvenes.

La construcción de un país más seguro, más justo y más protector comienza en la comunidad. Y es ahí donde el IFAM, junto con los gobiernos locales, seguirá trabajando para que cada niño y cada adolescente encuentre en su cantón un espacio que respete sus derechos y potencie su futuro.

Porque un cantón que protege a su niñez es un cantón que asegura su propio porvenir.

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