Hasta el 30 de noviembre se mantiene en la Biblioteca Joaquín García Monge de la UNA la exposición: Destellos ocultos: ciencia para la conservación de los felinos en Costa Rica, una recopilación de fotografías de proyectos realizados con cámaras trampa a lo largo del país por distintas instituciones y organizaciones nacionales.
El programa “Jaguar” del Instituto Internacional de Conservación y Manejo de Vida Silvestre de la Universidad Nacional (Icomvis-UNA), cuenta con el programa de monitoreo más antiguo del país, con el que ha sido posible estimar la abundancia de los felinos silvestres y sus presas potenciales en 3 áreas de conservación: Guanacaste, Osa y La Amistad Caribe.
Gracias a las alianzas establecidas con la empresa privada y organizaciones no gubernamentales (ONG´s), las investigaciones se han mantenido en el largo plazo, para poder demostrar, en la última década, cómo las poblaciones de este felino han variado de acuerdo el contexto y las medidas de conservación particulares de cada sitio, influenciando de manera negativa o positiva las poblaciones de jaguar a escala local dentro del país.
En el 2014 se colocaron por primera vez, collares para dar seguimiento a dos jaguares hembra: uno con telemetría satelital (primero en el país) y otro de telemetría convencional. “María” como fue llamada una de ellas por los investigadores, se mueve en áreas extensas de alrededor de 90 km2 (el equivalente a 125 veces el tamaño del Parque Metropolitano La Sabana), y ha tenido cuatro camadas, cuatro de estos individuos se han logrado monitorear. La otra jaguar se reportó como muerta en una finca circundante al Parque Nacional Santa Rosa, lo que evidencia, de acuerdo con los investigadores, la necesidad de seguir trabajando dentro y fuera de las áreas protegidas para promover la conservación de esta especie.
El programa también investiga en el Área de Conservación Guanacaste (ACG) la cara norte del Parque Nacional Rincón de la Vieja y fincas privadas aledañas, donde además de registrar 4 jaguares, se registra con mayor frecuencia la presencia de chanchos de monte (Tayassu pecari), principal fuente de alimento de este felino, a pesar de esto, en los últimos tres años se ha notado una disminución en los registros de jaguar en esa área, a diferencia de otras dentro del parque.
El estudio en el Área de Conservación La Amistad Caribe (ACLAC), se desarrolla en el Parque Nacional Barbilla, Territorio Indígena Nairi Awari, Zona Protectora Río Pacuare y propiedades fuera de áreas silvestres protegidas.
El monitoreo ha permitido identificar y registrar 11 jaguares, entre ellos dos de coloración oscura, lo que se conoce como jaguar melánico llamado “pantera” (nombre genérico para felinos con mayor pigmentación oscura). De los individuos registrados “Namao” un jaguar macho, fue víctima de los cazadores en el 2019.
En esta región se tenía una abundancia baja pero constante de tres a cuatro jaguares por año, sin embargo, desde la pandemia, los registros disminuyeron y se obtienen pocos reportes: una fotografía al año aproximadamente.
Los investigadores han trabajado en este sector del país con algunas comunidades indígenas para tratar de reducir las interacciones negativas entre felinos silvestres y animales domésticos para disminuir la presión que tiene el jaguar.
El área de Conservación Osa, es la que presenta una mayor disminución de la población de jaguares y sus presas, la cacería es entre otras, la principal responsable.
En 10 años de trayectoría, el programa ha realizado 17 publicaciones científicas, tres tesis doctorales y seis de maestría relacionada con el jaguar y sus presas, la mayoría de ellas se concentra comportamiento, movimientos, dieta, variables ambientales o antrópicas que influyen en la ocurrencia de la especie, interacciones negativas con población humana, técnicas de captura, abundancia, depredación, entre otras.
Para los investigadores, es evidente que los esfuerzos de conservación para el jaguar, sus presas y ecosistemas deben de persistir, ya que de no ser así, en poco tiempo habrá extinciones locales de esta especie