Desigualdad comenzó a incrementarse en 2018 con la aplicación de Reforma Fiscal, que hasta el día de hoy sigue afectando a la clase media y baja y sobre todo a pequeños y medianos empresarios.

Costa Rica en la década de l980 y 1990 se posicionaba como el país #37 del mundo en justicia y equidad y como el mejor de América Latina, junto con Uruguay, al lanzarse la medición mundial del PNUD, el Índice de Desarrollo Humano en 1991. Hoy los indicadores del Banco Mundial, al 2020, Costa Rica se ubica en la posición número 20 entre los países con mayor desigualdad, misma que incrementó desde el año 2008, pero tomó fuerza a partir del 2018 por factores tales como la Reforma Fiscal la cual según expertos afectó mayormente a la clase media y clase baja en todos sus extractos.

¿Por qué fue tan regresiva la Reforma Fiscal del 2018 y cuáles reformas comenzaron a afectar principalmente a las clases medias y bajas?

Según la metodología que utiliza el Banco Mundial para balancear cómo es la inequidad entre los países, está basado en el Coeficiente de Gini el cual se traduce en que entre más cercano esté el país al número 0, estará mucho más igual del nivel de riqueza, y entre más se acerque a 1, la riqueza está menos distribuida. Esto no quiere decir que un país sea más rico o es pobre, sino que este índice
da una especie de reflejo de cómo está la distribución de dineros en un país.

La Reforma Fiscal 2018 se ensañó con la clase media y las pequeñas empresas quitándole a los que menos tienen y premiando a los que más tienen. Por ejemplo:

• Se introdujeron reformas al IVA, ampliando la gama de bienes y servicios, que NO afectaron a grupos exonerados, y sí a la mayoría de la población que vio encarecida su vida.
• Se introdujeron los impuestos de ganancias de capital del 2.5% al 15%, los cuales tampoco afectaron a grupos exonerados, pues se imputan en las exoneraciones de renta, lo cual ha sido aceptado por el Ministerio de Hacienda.
• Se subieron los impuestos municipales y las cargas parafiscales.
• Se debilitó el rango de la canasta básica.
• Y algo fundamental. Se introdujo el impuesto a alquileres, lo cual hizo que se desalojaran miles de locales (vía IVA para el arrendante y renta para el arrendador).

Asimismo, para el grupo de exentos (sectores de zonas francas y otros grupos exentos del pago de impuesto de renta) esta Reforma Fiscal de diciembre de 2018 los dejó intocados, otorgándoles aún más beneficios.

• No se tocaron regímenes de exención del impuesto de renta en zonas francas y otros regímenes exonerados.
• Se reformó ley del IVA y se exoneró adicionalmente del Impuesto de Valor Agregado a las empresas de zonas francas en todas sus compras internas, generando una distorsión adicional.

Esta reforma tributaria, demuestra el favoritismo para los grupos exentos, donde solo se preservaron sus beneficios, si no, adicionalmente, la Asamblea Legislativa exoneró del pago del impuesto de bienes inmuebles (impuesto territorial) a todo el régimen de zonas francas, generando, además, un grave deterioro en la recaudación municipal. 

“Desde finales de 2018 y durante la mayor parte de 2019 el régimen especial (actividades de esta “nueva economía” y que operan bajo el régimen de zona franca y el perfeccionamiento activo y devolutivo de derechos) donde se reportó tasas de crecimiento interanuales altas, de dos dígitos, que oscilaron entre el 10 y el 12%, muy por encima de las que ha experimentado el resto del parque productivo en los últimos veinte años. Por el contrario, durante ese mismo período el régimen definitivo (empresas que no están operando bajo ningún régimen especial, más asociadas a la “vieja economía”) mostró tasas bajas e, incluso, negativas (durante cinco meses) en la primera parte de 2019 y una leve recuperación en el segundo semestre del mismo año (gráfico 1.7)” , Estado de la Nación 2020.

Por su parte, los datos del Instituto Nacional de Estadísticas en junio del 2020, en puro inicio de la pandemia destacó el crecimiento disparado de la pobreza, pasando de un 22% que es la línea promedio que se ha mantenido el país, llegó alcanzar en ese momento en un 30.5% añadiendo 321,000 personas en la línea de pobreza.

“Asimismo en 2019 se registró la tasa de crecimiento del PIB más baja (2,1%) de las dos últimas décadas (con excepción de la registrada durante la crisis de 2008- 2009). Esta tendencia se acompañó de una pérdida neta de puestos de trabajo del orden del 0,8% durante 2019 con respecto al año anterior (gráfico 1.6)”, Estado de la Nación.