Crear conciencia sobre la importancia de cuidar el llamado oro líquido para la vida humana, es el principal objetivo que persigue la celebración del Día Mundial del Agua a realizarse este 22 de marzo. Actualmente, más de 2 000l millones de personas a nivel mundial carecen de agua potable, una realidad cercana a la que se vive en Costa Rica y en especial de la provincia de Guanacaste.
Las crisis por desabastecimiento del líquido se han venido agudizando con el paso del tiempo. Muestra de ello es que en el último año de los 21 cantones del país declarados en emergencia, 11 de ellos son guanacastecos.
En dicha provincia, ocurren sequías de forma recurrente, pero cada diez años estas son más prolongadas como consecuencia de varios factores que favorecen esa condición, tal como el fenómeno de El Niño, los vientos alisios y la temperatura superficial del mar.
Lo anterior no quiere decir que en Guanacaste no llueva. En Nicoya, la precipitación alcanza 2 000 milímetros al año y en Cuajiniquil, 1 800 milímetros anuales, datos que según los especialistas no son nada despreciables. Sin embargo, la lluvia se distribuye de manera desigual durante el año.
El faltante del líquido no solo afecta el consumo humano, sino también actividades productivas como la agricultura, donde el 47% del territorio nacional se destina para la producción.
Como medida para mejorar la gestión del recurso hídrico, este año se presentó el proyecto Pasca que pretende crear más 200 reservorios de agua en las partes medias y altas de la provincia.
La iniciativa contó con el apoyo del proyecto “Siembra y Cosecha de Agua”, el cual es parte del programa EUROCLIMA, financiado por la Unión Europea. El proyecto es liderado por la Asociación para la Investigación y el Desarrollo Integral (AIDER) y el Fondo Nacional de Financiamiento Forestal (FONAFIFO), en conjunto con el Instituto de Desarrollo Rural (INDER), el Ministerio de Agricultura (MAG), Ministerio de Salud, los gobiernos locales y los cuatro consejos territoriales de la provincia liderados por INDER.
La construcción del reservorio aumentará la disponibilidad de agua en zonas vulnerables, así como a fortalecer la adaptación y resilencia de las comunidades guanacastecas a los cambios del cambio climático.
Los productores recibirán capacitación en los diferentes sistemas de siembra y cosecha de agua de lluvia, así como mejorar y optimizar los sistemas de producción agropecuaria.
Para la ejecución de esta hoja de ruta y la construcción de los reservorios, se requiere un presupuesto aproximado de $14 millones, en un período de 5 años. Cada uno tendría capacidad máxima de 5.000 metros cúbicos, con un costo a los $7.000.
Por ahora, el programa está en la fase de presentación y búsqueda de financiamiento para hacer operativa la hoja de ruta propuesta.
Junto a este proyecto se sumó el año pasado el anuncio en la ejecución de cinco obras con una inversión total de ¢1.336 millones. Estos son: la reconstrucción en Bagaces de dos proyectos afectados por el Huracán Otto: proyecto San Bernardo y Guayabo; en Cañas un trasvase de aguas de la presa San Luis hacia el Canal del Sur y en Liberia el proyecto Escobio en Curubandé, mientras que en Abangares se propone la ampliación de la red secundaria del canal del sur en el Asentamiento Agrolajas.
“La deficiencia hídrica presente en la zona repercute en los ingresos totales de los agricultores, y con mucha más razón si se considera que en la época seca ellos se ven obligados a dejar de cultivar. Dotar de infraestructura de riego a los pequeños productores es una forma de aumentar los ingresos y también una oportunidad para vender su producción al Mercado Regional", comentó Patricia Quirós, gerente del Servicio Nacional de Aguas Subterráneas Riego y Avenamiento (SENARA)
Saneamiento: una deuda de años
En cuanto al acceso a saneamiento, solo un 15% de la población cuenta con saneamiento avanzado. En el país predomina el uso del tanque séptico con un 70% y persiste un 13,4% de población que utiliza alcantarillado sanitario sin tratamiento.
Como parte de las acciones que realiza el Gobierno en esta materia figura la definición de una Ruta del Saneamiento a través de una Política Pública al 2045 y un plan nacional de inversiones en esta materia por $6.224 millones.
