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La planta de Cementos Progreso en Colorado de Abangares se consolida como un motor de desarrollo económico y social para la región, al tiempo que implementa tecnología de punta, procesos innovadores y estrategias de sostenibilidad ambiental que reducen el impacto de su operación.

Así se evidenció durante la gira denominada “De la montaña al saco”, en la que participaron representantes de la empresa, entre ellos Ricardo Herrera, director de Planta; Luis Baltodano, gerente de Calidad; y Andrés Bolaños, director país de Cementos Progreso, quienes expusieron el funcionamiento integral de la operación cementera y su compromiso con la sostenibilidad y la responsabilidad social empresarial.

La planta ubicada en Colorado de Abangares no solo genera empleo directo e indirecto en Guanacaste, sino que también impulsa encadenamientos productivos, fortalece la economía local y promueve condiciones laborales seguras, apoyadas en el uso de tecnología moderna, automatización y estrictos protocolos de seguridad industrial.

La compañía tiene 545 empleados de los cuales 300 están en la planta de Colorado de Abangares, pero también le damos empleo de forma indirecta a más de mil personas.

La gira se está haciendo en el marco del quinto premio regional de periodismo sostenible que es un certamen que Cementos Progreso realiza sobre este tema y este año participaron alrededor de 200 productos periodísticos de Costa Rica, Panamá, República Dominicana, Guatemala, Colombia y Chile.

“La empresa se distingue por su sostenibilidad, ya que el cemento es un producto que se utiliza para construir con calidad desde hace muchos años pero además mediante los hornos se pueden reducir los residuos de otras industrias e incluso hasta eliminarlos”, destacó Andrés Bolaños, director país de Cementos Progreso.

Uno de los principales esfuerzos se centra en la sustitución térmica, que permite disminuir el uso de combustibles fósiles en el horno cementero.

Torre de Precalentado y La Cantera

“La sustitución térmica implica evitar consumir combustibles fósiles mediante el uso de combustibles alternativos”, explicó Luis Baltodano, gerente de Calidad.

Entre estos combustibles alternativos se encuentran llantas trituradas, plásticos y RDF, un combustible producido en Costa Rica a partir de residuos.

Gracias a este proceso, la planta logra sustituir entre un 20% y un 25% del combustible tradicional, lo que reduce significativamente el consumo de energía fósil.

En cuanto al uso del agua, la operación destaca por un consumo reducido frente a otras industrias.

Aproximadamente el 60% del agua utilizada proviene de la recolección de agua de lluvia, la cual se emplea principalmente en el sistema de enfriamiento de equipos, disminuyendo la dependencia de fuentes externas.

Más allá de lo ambiental, Cementos Progreso también impulsa programas de Responsabilidad Social Empresarial (RSE) en conjunto con las comunidades cercanas a la planta.

Entre ellos sobresale el programa “Hogares”, una iniciativa que busca sustituir pisos de tierra por pisos de cemento en viviendas de familias en condición de vulnerabilidad, con el objetivo de mejorar la higiene, la salud y la calidad de vida.

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