Día Mundial de la Salud Digestiva: Costa Rica enfrenta una silenciosa crisis
Especialistas advierten sobre el aumento de enfermedades del sistema digestivo en el país y la necesidad urgente de atención médica especializada.
Periódico Mensaje
Recalcan la importancia de la prevención y el diagnóstico oportuno a través de chequeos realizados por especialistas certificados.
El Día Mundial de la Salud Digestiva, conmemorada cada 29 de mayo desde el 2005 por la Organización Mundial de Gastroenterología (WGO), se convierte en un recordatorio urgente de los crecientes desafíos que enfrenta Costa Rica en esta materia. Desde el reflujo hasta el cáncer colorrectal, las enfermedades digestivas están impactando gravemente la calidad de vida de miles de costarricenses y amenazando la salud pública nacional.
“El cuidado digestivo no solo influye en cómo nos sentimos cada día, sino que juega un papel clave en la prevención de enfermedades crónicas y algunos tipos de cáncer. Una buena salud intestinal es fundamental para una vida larga y saludable”, explica el Dr. Manfred Aguilar, gastroenterólogo de la Clínica Equilibrium.
De acuerdo con el especialista, las enfermedades digestivas más comunes en el país se dividen en dos grandes grupos: aquellas que afectan el tracto gastrointestinal, como el reflujo gastroesofágico, úlceras gástricas, gastritis crónica, pólipos y cáncer de colon y las que comprometen órganos como el hígado y el páncreas. Entre las afecciones funcionales más consultadas destaca el síndrome del intestino irritable, que afecta hasta al 20% de la población mundial y es una de las principales causas de ausentismo laboral.
Además, el hígado graso no alcohólico se ha posicionado como la causa más frecuente de enfermedad hepática terminal en Costa Rica. El 40% de los casos podría progresar a cirrosis si no se detectan y tratan a tiempo. “La mayoría de estas enfermedades pueden prevenirse o tratarse con un diagnóstico temprano, por eso es vital que los chequeos sean realizados por un gastroenterólogo certificado, quien cuenta con el entrenamiento necesario para evaluar y realizar procedimientos endoscópicos con precisión y seguridad”, recalca el Dr. Aguilar.
Cifras que alertan
Las estadísticas reflejan la magnitud del problema:
En 2020, Costa Rica reportó 1.257 casos de cáncer colorrectal, siendo el segundo más común en hombres y mujeres.
Más de 1.500 personas entre 20 y 50 años viven con Enfermedad Inflamatoria Intestinal.
Entre 2019 y 2022 se confirmaron 1.026 casos de hepatitis B y 26 de hepatitis C.
Alrededor del 40% de los latinoamericanos sufre de reflujo al menos una vez al mes.
El cáncer de hígado es el tercero más letal del mundo.
Según el INCIENSA, 7 de cada 10 costarricenses entre 40 y 50 años tienen sobrepeso u obesidad.
El síndrome del intestino irritable afecta especialmente a mujeres entre los 20 y 50 años, y es el trastorno gastrointestinal más diagnosticado en el país.
“El cáncer gástrico y el cáncer de colon son especialmente preocupantes en Costa Rica, donde la incidencia se encuentra entre las más altas del mundo. Se cree que factores genéticos y la presencia del Helicobacter pylori están detrás de estos números alarmantes”, añade el Dr. Aguilar.
La buena noticia es que muchas de estas enfermedades pueden evitarse o tratarse eficazmente si se detectan a tiempo. El Dr. Aguilar recomienda iniciar chequeos preventivos a partir de los 40-45 años, especialmente en personas con antecedentes familiares o síntomas persistentes.
Además, insiste en que los procedimientos como la endoscopía digestiva alta o la colonoscopía deben ser realizados por gastroenterólogos certificados, quienes tienen la preparación médica necesaria para interpretar los hallazgos, tomar biopsias y actuar con precisión durante el procedimiento.
“Acudir al especialista correcto marca la diferencia entre un diagnóstico oportuno y una complicación evitable. No se trata solo de detectar, sino de saber interpretar lo que se encuentra”, concluye el especialista.
El Dr. Aguilar recalca que el Día Mundial de la Salud Digestiva es una oportunidad para reflexionar sobre los hábitos y tomar acciones concretas al mejorar la alimentación, reducir el sedentarismo, evitar el consumo excesivo de alcohol y realizar chequeos médicos regulares.+