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La inteligencia artificial se perfila como un motor clave para la competitividad de las empresas costarricenses en sectores estratégicos.

El país enfrenta la oportunidad de convertir la digitalización en un salto hacia la innovación y el liderazgo regional en tecnología.

Costa Rica ha demostrado en los últimos años su capacidad para abrazar la tecnología: según el Banco Mundial, la economía costarricense creció un 4,3 % en 2024, sustentada en sectores estratégicos como el de servicios, industrias y agricultura. Sin embargo, para mantenerse competitivo, el país posee una oportunidad clara: adoptar de manera efectiva herramientas de inteligencia artificial.

Más allá de ser una tendencia tecnológica, la IA ya impacta en la manera en que operan sectores estratégicos de la economía global. Para el país, su incorporación abre la posibilidad de elevar la productividad de la agroindustria, modernizar la atención en el sector turístico y consolidar a la banca como un pilar de confianza digital en Centroamérica.

El país cuenta con capital humano altamente calificado y un ecosistema empresarial que, con la adopción correcta, puede posicionarse como referente regional en innovación.

La inteligencia artificial puede transformar tres áreas con alto potencial del país:

  • Agricultura inteligente: Integrar IA en procesos como monitoreo de cultivos, predicción de plagas y optimización de riego, para mejorar calidad, reducir costos y aumentar rendimientos.
  • Turismo personalizado: Utilizar asistentes digitales, recomendaciones basadas en perfiles y análisis de comportamiento en tiempo real para enriquecer la experiencia del viajero y optimizar la gestión de destinos.
  • Banca y finanzas inteligentes: Automatizar riesgos, detectar fraudes y personalizar la atención al cliente con herramientas de IA que combinan precisión, escalabilidad y confianza digital.

“En Costa Rica, la IA no es ciencia ficción, es una ventaja competitiva que debemos aprovechar. Nuestro plan combina tecnología de vanguardia con una comprensión local que permite a las empresas dar el salto hacia un futuro más eficiente, inteligente y preparado”, afirmó Diego Cardoza, Country Manager de IFX en Costa Rica.

A nivel macroeconómico, el entorno ya está listo para esta transformación: en 2025, el 92,6 % de la población costarricense usaba internet, mientras que la densidad de conexiones móviles alcanzaba el 144 % de la población, según Global Data Insights. Adicionalmente, el sector servicios –que incluye las TIC– representa aproximadamente el 8 % del PIB nacional en 2022, lo que impulsa a la economía digital como eje central del futuro desarrollo, indica el Banco Central de Costa Rica.

“La clave está en convertir estos avances digitales en resultados concretos para las empresas y la sociedad. Una verdadera ola tecnológica solo será útil si Costa Rica aprovecha su infraestructura digital, su gente talentosa y su capacidad innovadora para crecer con equidad y resiliencia”, concluyó el ejecutivo

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