Los planes reguladores existentes presentan entre 16 y 43 años de antigüedad. Para el Colegio de Ingenieros Topógrafos “No se puede administrar lo que no se sabe que se tiene”.
Esta tecnología lograría optimizar el uso de agroinsumos y fertilizantes, además minimizar el riesgo de exceso que puede llevar a la contaminación del suelo y de los cuerpos de agua.