Certificaciones internacionales validan con criterios científicos el uso de materiales saludables, diseño integral y desarrollos que creen bienestar
El sector de la construcción en Costa Rica está en transformación con los aportes de la arquitectura regenerativa. Esta visión representa una evolución en el concepto de sostenibilidad en la industria y pasa de minimizar el daño a preguntarse ¿cómo podemos generar impactos positivos?
El diseño regenerativo trabaja con el diseño de bienestar para crear espacios que restauran la naturaleza y promueven la salud humana. Mientras el primero se enfoca en la regeneración ecológica, el segundo asegura que los espacios mejoren el bienestar físico y mental de sus habitantes. Juntos, estos enfoques ofrecen una solución integral que aborda tanto los desafíos ambientales como las necesidades de salud y bienestar.
En el país ya existe un proyecto certificado con esas características mediante el sello WELL, en la categoría Platinum, la más alta. El arquitecto Mauricio Lecaro, de ADAPTIVA, lideró este primer proceso de certificación y explicó que las acciones se basan en evidencia médica y científica sobre el efecto del entorno en el bienestar de las personas.
"Las medidas adoptadas en el proyecto WELL Platinum se basan en estudios como el informe de Naciones Unidas 'Espacios Verdes y Azules y la Salud Mental'. Este logro abre puertas para que más proyectos en el país adopten estas prácticas, estableciendo un nuevo estándar en la creación de entornos saludables y sostenibles", enfatizó Lecaro.
Transformación hacia WELL
La certificación WELL está empezando en Costa Rica, pero ya supera los 35.000 proyectos en 98 países del mundo.
El sector llamado a liderar la transformación local es el de la construcción privada, y en particular los proyectos comerciales e industriales. Según datos del Colegio Federado de Ingenieros y Arquitectos, estas dos áreas fueron las que mostraron el crecimiento más importante en el registro de metros cuadrados de intención de construcción durante 2023.
“Las certificaciones internacionales como LEED, EDGE, WELL y Living Building Challenge son herramientas para la transición hacia una arquitectura regenerativa y saludable. Estas certificaciones marcan puntos de referencia globales para medir esfuerzos ambientales y asegurar que los espacios sean saludables y funcionales para sus ocupantes, promoviendo un equilibrio entre el impacto ecológico y el bienestar humano.”, afirmó Lecaro.
Además, la crisis climática entra en juego: Guanacaste registró más de dos millones de metros cuadrados de intención de construcción en el 2023 y se convirtió en la provincia que lidera este rubro a nivel nacional. Ante los desafíos que enfrenta la región en temas de gestión de agua, temperatura y escasez de recursos, el uso de herramientas modernas y regenerativas será la clave para un desarrollo constructivo sostenible.