Cada 22 de marzo se celebra el Día Mundial del Agua. Este año reconocer los efectos que el cambio climático ha causado en el recurso hídrico que vive el país, es uno de los retos más importantes.

En la última década, en 7 años se registró un déficit de lluvias en el Valle Central, con lo que algunas fuentes aprovechadas por el Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados (AyA) han disminuido un entre 60% y 85% este 2020. Hoy el Río Tiribí brinda al Área Metropolitana 70% menos de agua que hace 10 años.

Los problemas de desabastecimiento en varias zonas del país visibilizados en esta época seca con mayor atención en los barrios del sur de la capital, es una muestra innegable de esa realidad, a la que se suma la vulnerabilidad ante casos de contaminación causados por la acción del ser humano; los efectos de fenómenos meteorológicos extremos como las sequías, huracanes y tormentas tropicales que dañan las captaciones y tuberías en los sistemas de distribución; o el crecimiento urbano sin una adecuada planificación, entre otros.

En el Día Mundial del Agua, hoy más que nunca, el AyA hace un llamado a la conciencia para que se efectúe un consumo responsable de preciado líquido, porque sí, hay que decirlo, en Costa Rica, único país en conjunto con Chile en América Latina donde la cobertura y calidad del agua (potable) alcanza prácticamente a toda la población, también es uno de los países con mayor consumo per cápita, por encima de la media que registran países de la OCDE. Para muestra, un botón: la población aumentó el consumo de agua un 25% en promedio entre diciembre y febrero.

El AyA pone de su parte. La institución efectúa una inversión histórica en proyectos de infraestructura que permitan abastecer a la población y así garantizar la salud y el crecimiento económico. El AyA ha invertido en los últimos 3 años más de ₡345.000 millones, lo que representa un 57% de su Plan de Inversión proyectado a 5 años. En los últimos 6 años se invirtió 115% más que lo invertido acumulado en los 14 años anteriores.

En particular, sectores como Atenas, Santa Cruz, El Coco-Ocotal, Trancas, Limón sur, así como territorios indígenas como Comte Burica y Maleku, un total de 376.000 habitantes se vieron beneficiados con la inauguración de nuevos proyectos durante el 2019. En la actualidad la institución avanza sobre la preinversión y ejecución de 192 proyectos de agua y saneamiento en todo el país, con una inversión que supera el billón de colones (₡126 mil millones en ejecución este 2020), dentro de los cuales se impulsan ocho proyectos de corto y mediano plazo que permitirán inyectar un total de 1.170 l/s a la Gran Área Metropolitana.

Guanacaste —la región más golpeada por la sequía de los años 2014 al 2016— cuenta hoy con grandes obras que garantizan el agua a las comunidades costeras de Santa Cruz y Carrillo, así como las ciudades de Liberia, Nicoya y, próximamente, Cañas.

En el caso del Área Metropolitana, en poco tiempo se ha logrado diseñar e implementar una cartera de 23 proyectos de emergencia de corto plazo, en el marco del decreto Nº. 41944-MP-MAG de setiembre de 2019, con una inversión de ₡31.137 millones. Solo en marzo la institución habrá logrado incluir 3 pozos nuevos para un caudal acumulado de 220 litros por segundo, lo que equivale al consumo diario de 54.000 personas.

Un futuro cercano.  El AyA prevé como solución definitiva para los habitantes del Área Metropolitana la construcción del megaproyecto de Ampliación del Acueducto Metropolitano, conocido como Orosi II, que beneficiaría a 650 mil personas de 16 cantones directamente por los próximos 25 años.

Otro proyecto de gran envergadura que mejorará el servicio de la población es el Programa para la Reducción del Agua No Contabilizada (RANC), el cual comenzó en agosto del 2019 y registra un avance del 20%. Este permitirá reducir las pérdidas físicas de agua, al sustituir al menos 700 kilómetros de tuberías y aminorar los rebalses de los tanques de almacenamiento; disminuir considerablemente las conexiones clandestinas de servicios (algunos de estos casos se presentaron a la Fiscalía General de la República desde hace varios meses); hacer más precisa la medición del agua consumida por los usuarios, entre otros.

El proyecto RANC se concluirá en el 2024 tras una inversión de $179 millones en 9 ciudades.

Uso responsable. El uso responsable del agua por parte de la ciudadanía es indispensable en estos momentos donde se combina una emergencia declarada por déficit hídrico y la emergencia sanitaria por la COVID-19.

Bajo estas circunstancias, el agua que una persona desperdicia le falta a otra. Por ello, la institución se une al llamado de consumir responsablemente el agua, un elemento de higiene fundamental, así como la población está acatando las compras responsables de jabón, alcohol en gel y otros suplementos en los supermercados.

Por ello, en el Día Mundial del Agua, lanzamos la campaña “Sos parte de la solución” con sencillos consejos que cada persona puede implementar en casa:

• Cerrar el tubo cuando se lava las manos o los dientes.
• Lavar el carro únicamente cuando es indispensable y utilizando un balde.
• Utilizar la lavadora solo con tandas completas.
• Tomar solo duchas cortas (de menos de 5 minutos).
• Regar las plantas únicamente con regaderas; descartando el uso de mangueras.
• Abrir el tubo hasta la mitad cuando se utiliza.