“Nos llamó la atención la cantidad de animales que aparecían en el bosque secundario aledaño al Campus de la universidad, y los reportes de personas que además tomaban fotos constantemente sobre las distintas especies, por lo que quisimos comenzar a sistematizar esa información”, con esta declaración el MEd. Wagner Castro Castillo, Director Académico y coordinador del Programa de Gestión Ambiental Institucional del Campus Liberia de la Universidad Nacional (UNA), indicó que la iniciativa de comenzar con este proyecto de investigación ha permitido documentar de forma rigurosa los distintos tipos de árboles, de aves y abejas presentes en el lugar, por lo que ha permitido evidenciar, que este Campus aporta una gran riqueza biológica, que puede ser utilizada para diferentes estudios, todos ellos orientados a favorecer y enriquecer la biodiversidad del centro de enseñanza.

El programa comenzó el pasado mes de marzo, y se ha caracterizado por el trabajo en conjunto no solo con el personal administrativo de la entidad educativa, sino también que ha contado con el apoyo de estudiantes de diferentes carreras, quienes siembran su grano de arena para colaborar con la conservación del ecosistema.

La investigación se lleva a cabo mediante tres tipos distintos de inventarios, los cuales cuentan con metodologías especiales para cada caso:

1. Inventario forestal

Con este estudio se ha logrado recabar información de 37 diferentes especies de árboles que se presentan en el bosque secundario aledaño al Campus, y además la cantidad de subespecies que nacen de cada una de ellas. Por ejemplo, de la especie de Laurel se ha logrado identificar 18 tipos más de árboles de Laurel; en el caso del árbol pionero conocido como El Guácimo, se encontraron 64 tipos más, entre otros.

Cabe destacar que ninguno de los árboles encontrados, ha sido sembrado por el personal de la UNA, sino que consiste en una recuperación natural que ronda hasta los 70 años de existencia.

Con el apoyo de ingenieros forestales de la institución, se llevó a cabo el proceso de medición de cada tallo de los árboles, su diámetro, su grosor, la edad de cada uno de ellos para concluir si son especies maduras o relativamente nuevas, y la cantidad de carbono que aporta a la superficie de la atmósfera. Además, con fórmulas matemáticas se ha determinado la cantidad de agua y carbono que retienen los árboles por año y se logró incluir sus nombres y su información en placas ilustrativas para el conocimiento de las personas. Además de servir de anidación o alimento para aves y otros animales silvestres.

“Este inventario forestal es importante, porque se pueden tomar decisiones, sobre qué tan importante es requerir de más árboles según la cantidad existente, como por ejemplo el Caoba, del cual solamente tenemos un tipo, es importante proceder con la siembra de este tipo de árbol. De esta manera podemos colaborar al enriquecimiento forestal y conservación de aves y animales silvestres, al servir los árboles de refugio, anidación y alimento” comentó Karen Rojas Matarrita, estudiante de la carrera Administración y asistente del Programa de Gestión Ambiental Institucional.

2. Inventario de aves

Con esta parte del programa, se han logrado registrar hasta el momento 49 aves distintas en la zona. Esta cantidad forma parte de la etapa inicial del inventario realizado en marzo, ya que existen algunos pájaros migratorios que solamente son vistas en ciertas partes y meses del año, por lo que aún falta muchos de ellos por documentar.

En esta parte del proyecto, se utilizó el método que consistió en la elaboración de dos avistamientos de aves en las áreas boscosas y planas dentro del Campus de la universidad, para comenzar con su adecuada identificación. “Se colocaron fichas con el nombre común de cada ave, el nombre científico y el nombre en inglés, más la fotografía de cada ave, porque muchas son especies que siempre están presentes y todos las podemos ver, pero realmente no conocemos nada sobre ellas”, explicó Karen Rojas, quien agregó que uno de los objetivos es educar tanto a la población estudiantil como a los visitantes sobre la identidad de los animales.

Este inventario identificó que la falta de agua es un elemento importante para ellas, por lo que se dio a la tarea de instalar una fuente permanente de agua, para solventar esta necesidad, esto ha permitido también, un nuevo espacio para el registro fotográfico.

3. Inventario de vertebrados terrestres

Esta parte del proyecto analiza otro tipo de animales que es común encontrarlos en la zona, tales como los garrobos, el conocido Zorro Apestoso, el Zorro Pelón, conejos, entre otros.

“Todo esto se observa a diario, pero no se documenta, fue por ello que se instalaron dos cámaras trampas en los árboles, para que grabaran videos cortos en horas de la noche y madrugada. Con estas grabaciones se logró identificar la presencia de osos hormigueros, la zorra gris, puerco espines, congos, un mono aviador, entre otros animales”, argumentó el coordinador del programa ambiental.

Aunado a estos tres inventarios, los investigadores trabajan con un adicional de 5 especies de abejas sin aguijón, originales de Mesoamérica y propias del bosque tropical seco. Ellas son consideradas en peligro de extinción, ya que, por no contar con su aguijón, les es muy difícil defenderse hasta en su propio hábitat.

Con el fin de conservar su especie, se construyeron cajas tecnificadas las cuales son hechas en forma de casitas con distintos departamentos, en los cuales crean sus colmenas, guardan la miel y permiten agrandar su género.

Conclusiones

La sumatoria de los inventarios da como resultado que el espacio donde se ubica el bosque secundario de la UNA puede ser consolidado como un Área Natural Protegida y formar parte de los parches de biodiversidad importantes dentro de los corredores biológicos pertenecientes al Área de Conservación Guanacaste.

Próximamente se pretende edificar un vivero para reconocimiento forestal del campus, y el cual se manejaría de forma en que se siembren árboles y plantas que beneficien la existencia de otros animales, y el cual estaría a cargo de los mismos estudiantes de la UNA. Otro de los planes es construir un sendero, para disfrutar de un avistamiento de aves, como aporte a la sociedad y comunidad guanacasteca.

Del 10 al 14 de junio próximo, este programa se estará presentando en el V Congreso Iberoamericano sobre Ambiente y Sustentabilidad, en Ecuador. 2019.

“El proyecto ha permitido la sensibilización de las personas tanto de quienes pertenecen a la universidad, como de la comunidad, sobre la conservación de las especies. Factores como la sequía, las quemas forestales deprimen la calidad del ambiente que tenemos a nuestro alrededor, por eso cualquier esfuerzo que se haga por apoyar a la naturaleza y la biodiversidad es un gran aporte”, finalizó el director Castro.

Colabora en la nota Silleny Sanabria Soto, periodista de Periódico Mensaje