Cuatro pacientes del Hospital de La Anexión en Nicoya fueron los primeros en ser operados sin necesidad de hacer una incisión, por lo que recuperarán su salud sin rastro de una cicatriz o herida externa, con el beneficio adicional de que la reincorporación a su vida diaria será más rápido y menos complicado, en comparación con una cirugía tradicional.

Además, las cirugías se resolvieron de manera ambulatoria. Los pacientes salieron del hospital unas horas después de la operación y siguieron la convalecencia en su casa, mejorando así su estado de ánimo y bienestar, por estar rodeados de sus seres queridos en todo momento.

Para el doctor Anner Angulo, director del establecimiento de salud, el comienzo de las operaciones endoscópicas en Nicoya marca un hito en el hospital, en la red de hospitales periféricos de la Caja Costarricense de Seguro Social, y lo considera un gran logro de la seguridad social del país.

El médico señala la importancia del acceso a tecnología y a técnicas avanzadas en un establecimiento de salud periférico, en la zona rural del país; sobre todo, cuando son las mismas técnicas usadas en los hospitales de países altamente desarrollados.

La doctora Ana Lorena Madrigal, gastroenteróloga, realizó las cirugías endoscópicas, que son menos invasivas, ofrecen menor tiempo de recuperación y cursan con menor riesgo de complicaciones, como las posibles infecciones.

Para la Dra. Madrigal, las operaciones endoscópicas son la respuesta a las «lesiones premalignas y malignas tempranas» diagnosticadas oportunamente. Y destaca que la identificación y la detección de las lesiones precursoras son fundamentales para el tratamiento precoz y la prevención del cáncer invasivo.

Todas las lesiones operadas tenían alto riesgo de llegar a ser cáncer. Los primeros pacientes en beneficiarse de este tipo de cirugía fueron un hombre de 50 años con antecedentes de cáncer gástrico en la familia, y tres mujeres, de 65, 75 y 89 años de edad, con lesiones premalignas.

En sus casos, la cirugía evitó la posibilidad de tener una enfermedad potencialmente mortal. Uno tenía un tumor premaligno en el revestimiento del estómago; dos tenían lesiones premalignas avanzadas en la mucosa del tracto digestivo, una del tipo leve y otra severa; y otro paciente más tenía un pólipo, que era un crecimiento de seis centímetros de extensión.  

Alta tecnología y alta capacidad técnica.

Las operaciones son posibles gracias a la inversión institucional en alta tecnología para el abordaje del cáncer y al esfuerzo personal de la doctora Ana Lorena Madrigal Méndez, médico que recibió capacitaciones en cuanto a estas técnicas en Alemania; Estados Unidos y México, así como pasantías en el Hospital de Liberia, en las cuales se consolidó el aprendizaje de sus destrezas.

Ella corta las lesiones guiada por una cámara que va metida, junto con el instrumental quirúrgico, por un tubo que llega hasta el punto donde está la lesión a través de las vías naturales del cuerpo para el tracto digestivo: el ano o la boca; por lo tanto, no hay necesidad de hacer incisiones externas.

Una vez allí, y según las características de las lesiones, decide la forma de removerlas sea con un cuchillo endoscópico, o mediante asas térmicas que permite eliminar la lesión, incluyendo sus bordes, sin cortar por completo alguna porción del tubo digestivo. Luego de eso, se utilizan una especie de grapas que cierran la herida interna y que luego se desprenden solas y son eliminadas por las heces. El paciente ni siquiera se da cuenta de ellas mientras se recupera por completo de la operación.