Por: Melissa Solís Cordero / Periodista Periódico Mensaje 

Oriundo de Nicoya, con más de 50 años de difundir la cultura costarricense, Abdenago Torres Meléndez, comienza el 2016 como decimos los ticos con el pie derecho, puesto que recibirá el próximo  22 de enero a las 6 pm, en Casa de la Cultura en Nicoya, un pin de plata, otorgado por el Consejo Internacional de Organizaciones de Festivales de Folclore y Artes Tradicionales (CIOFF), entidad oficial de la UNESCO. El acto marcará historia en el país, al ser el primer costarricense en obtener tan merecedor premio.

Han Leitón, delegado nacional del CIOFF, explicó que gracias al apoyo del sector Latinoamericano de CIOFF han impulsado este reconocimiento al nicoyano, por preservar y difundir adecuadamente el folclore de Guanacaste y Costa Rica al mundo entero.

“CIOFF Costa Rica hace cuatro años dio la propuesta al sector Latinoamericano y Caribe, y hasta el 2015, en el Congreso Mundial de CIOOFF en Perú, se aprobó por unanimidad, por la Asamblea Mundial conformada por más de 111 países. Aún más, porque Abdenago fue el fundador de CIOFF en el continente”, dijo Leitón.

La entrega del reconocimiento, también estará a cargo de la Municipalidad de Niocoya, y cuenta con la colaboración de la Asociación de Desarrollo Integral de Nicoya; además se tendrá la participación de la Banda Municipal de Nicoya, así como marimba y bailes típicos.

Folclorólogo de corazón

“Uno va buscando siempre algo que le llene y en el campo mío, siempre ha sido importante la cultura, porque uno nace con una cantidad de situaciones especiales que le permiten valorar desde muy temprana edad las cosas y quizás eso ha sido muy importante en mi vida”, así empezó el nicoyano la entrevista con Periódico Mensaje.

Su nombre popular “Nago de Nicoya”, lo adquirió una vez que se fue para San José con la intención de estudiar ópera y piano en El Castella, intento que falló al no haber cupo; pero en seguida comenzó a realizar presentaciones en televisión con su grupo llamado “Los Cometas” y lo solían presentar como “Nago de Nicoya y sus Cometas”.

Es así, como el guanacasteco tomó la responsabilidad de recuperar la identidad propia no sólo de su cantón sino también del país, cambiando sus actitudes en cuanto a la música y cultura, en todos sus sentidos.

Con mayor motivación, Nago inició a componer y grabar música, y la gente comenzó a sentir sus mensajes. La primera canción que escribió la tituló “Azulito”, dedicada a un indigente de San José; siendo el primer cantautor costarricense que dedicó un tema a un personaje de la calle. Se trataba de Jorge Araya Barrantes, un viejito san carleño de barba grande y cabello blanco, conocido por muchos con cariño, quien siempre buscaba basura de color azul y se la impregnaba en su cuerpo.

“A raíz de Azulito, nacieron muchas cosas sobre él; por ejemplo, si le daban dinero, él lo repartía entre los demás indigentes. Él fue una inspiración para comenzar mis primeras composiciones”, dijo Nago.

En 1970, empezó a conformar el primer ballet folclórico de Costa Rica,  con la colaboración de personas como: León Santana y Amelia Barquero.

“Hicimos una transformación del folclore establecido en Costa Rica. Unimos el teatro,  la música, el baile,  la poesía, con cimarrona e incluso con mascaradas; así viajando a España a dar a conocer la cultura costarricense, fuimos invitados por el Presidente español de la época, siendo nosotros uno de los mejores del mundo”, aseguró.

Fue en España, donde el nicoyano realizó sus estudios en folclore; luego se le abrieron puestas en Europa y fue conferencista en lugares como Madrid sobre  lo aprendido.

Fue así, como Nago tiempo después, en 1972, en la administración del ex presidente de Costa Rica, Daniel Oduber Quirós, llegó a formar parte del Ministerio de Cultura.

“Puedo rescatar que el 70% de los programas del Ministerio los inicié, desde la creación de casas de cultura (en Limón, Nicoya, Santa Cruz y Las Juntas de Abangares), comités, actividades en calles, ferias de artesanos, y hasta semanas culturales”, afirmó.

En este sentido, la Reserva Matambú fue otra de  sus iniciativas más importantes.

“Solemos hacer lo que la sociedad nos dicta y lo que sentimos. En mi caso sentí el deseo de ser creador, fortalecer la identidad, reproducirla e investigarla para que se quede en las raíces de todos; ese ha sido mi objetivo de años”, indicó.

También manifestó, “cuando uno nace en un paisaje como el de la provincia nuestra, se llena de fe y optimismo y le marca la vida, por eso es importante conservar las tradiciones y la cultura propia del pueblo, porque es a través de ella que uno aprende a apreciar lo que tiene”.

Actualmente, Nago vive en Sámara y pese a su jubilación, su espíritu y pasión por el trabajo no termina, dirige un programa de radio llamado Nago de Nicoya: Historia, Leyenda y Tradición, transmitido por la frecuencia 1600 AM los sábados a las 11 de la mañana. Además trabaja en proyectos como la futura creación de la Asociación de Desarrollo de Sámara, para el bienestar de la comunidad.